Marcas de cosmética y perfumería como Paco Rabanne, Nina Ricci y Jean-Paul Gaultier son muy populares entre los amantes de la moda y el lujo. Sin embargo, pocos saben que todas ellas pertenecen a Puig, una empresa multinacional con sede en Barcelona, España. Fundada en 1914, la firma cuenta con una rica historia, asociada a productos icónicos como el pintalabios Milady y las fragancias Agua Lavanda y Agua Brava.
Gracias a su colaboración con numerosas casas de moda, Puig, que sigue siendo una empresa familiar, se ha convertido en una de las mayores corporaciones del sector, con unos ingresos netos anuales de más de 450 millones de dólares. A principios de este mes, la empresa celebró la mayor salida a Bolsa en España desde 2015, que estuvo acompañada de una presentación de la nueva identidad visual de Puig.
Con la presentación de este nuevo diseño, la marca marca un momento de transformación y enfatiza aún más su posicionamiento como “Casa de la Creatividad”. Como dijo el CEO de la empresa, Marc Puig, toda la historia de la empresa ha estado llena de compromiso con la innovación, y la firma ha sido un lugar acogedor para que diferentes marcas adquieran un brillo adicional.
El cambio de marca actual es el primer cambio de logotipo de Puig en 45 años. El emblema anterior de la empresa, conocido como Cuatro Lunas, fue creado por el diseñador suizo Yves Zimmerman. Para la nueva versión, el estudio parisino M/M ha repensado ese símbolo icónico, creando un signo ornamental dibujado con una línea continua similar a un laberinto. El patrón, que recuerda a una flor extravagante, se dice que está inspirado en las obras del destacado pintor español Joan Miró, que también colaboró con la marca.
Según Puig, refleja a la perfección la cultura y los valores de la marca. “Estamos poniendo la creatividad en el centro”, añade la compañía. Según explican desde el estudio, en la creación de este logotipo se ha querido aportar sensibilidad y voz humana a la imagen de la marca, justo lo que le faltaba al antiguo emblema.
Al crear el logotipo de Four Moons a finales de los años 70, Zimmerman se inspiró en el arte de vanguardia y, para el logotipo, eligió la tipografía Méridien, desarrollada por Adrian Frutiger en 1955, ya que las serifas ligeramente curvadas de la fuente encajaban bien con las formas semicirculares. Respetando ese aspecto clásico, M/M rediseñó la tipografía tradicional de Puig en una nueva tipografía personalizada llamada Paralelo, que se distingue por un diseño asimétrico con serifas rectas, que realzan la asertividad de los glifos con una combinación de ángulos y curvas.
A primera vista, la nueva imagen de marca de Puig puede parecer incoherente con un icono abstracto y una marca denominativa estricta si se mide según las reglas generales del diseño moderno. Sin embargo, debemos tener en cuenta el campo y la herencia de la empresa, así como el deseo de los diseñadores de M/M de rendir homenaje al propio legado de Puig y a los grandes artistas europeos que aportaron su creatividad a la marca. De hecho, Puig se mantiene dentro de las tradiciones de la industria de la moda y las fragancias, donde se pueden encontrar combinaciones muy diferentes de estilos, colores y aromas.
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