Este año, la propuesta de renovar el logotipo tradicional también fue recibida negativamente por los seguidores. Los más activos firmaron una petición contra el rediseño del emblema original, ya que creen que el presupuesto para el cambio de logotipo podría destinarse de manera más eficaz a otras necesidades de la universidad, como por ejemplo la mejora de las instalaciones, etc.
Para fidelizar a los fans la Universidad explicó en su comunicado de prensa de agosto que no cambiarán el logo pero sí actualizarán su “sistema de identidad visual”, lo cual es una demanda del momento ya que la universidad necesita una marca más cómoda para usar en “formatos digitales”.
En cuanto al nuevo aspecto del logotipo, este ha sufrido ligeros cambios, entre los que se incluyen la eliminación del espacio en blanco entre la parte superior de la abreviatura “A” y “U”. Para la fuente se ha utilizado Sabon en lugar de la antigua Copperplate y también se ha modificado el tamaño de las dos letras para que el logotipo parezca más simétrico.
Parece que esta vez, a pesar de la presión externa, la Universidad se mantiene firme en su decisión de renovar los logotipos académicos y deportivos principales y contrató a una empresa de diseño para completar el proyecto lanzado.
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